28 de abril de 2025

"Con el corazón en la mano": el dueño del Jet Set rompe el silencio tras la tragedia en Santo Domingo

"Con el corazón en la mano": El dueño del Jet Set rompe el silencio tras la tragedia en Santo Domingo

Lo que pasó en el Jet Set el 8 de abril de 2025 todavía retumba en el corazón de todo el que alguna vez bailó en esa legendaria pista. Una noche que prometía ser pura alegría terminó en una pesadilla que nadie podrá olvidar. Y ahora, después de semanas de silencio, Antonio Espaillat, el dueño del icónico club, finalmente habló.

Una noticia que llegó del otro lado del mundo

Antonio no estaba en el país esa noche. Andaba en Las Vegas, en un viaje que jamás se le va a borrar de la mente. Fue su propia hermana —quien quedó atrapada bajo los escombros— la que le dio la noticia. Imagínate tú, recibiendo una llamada así, a miles de kilómetros, sin poder hacer nada de una.

Espaillat, con la voz entrecortada en una entrevista televisiva el 23 de abril, confesó: "Con el corazón en la mano, hoy solo puedo decir que estoy devastado. Mi alma está con cada familia que perdió un ser querido esa noche." Palabras que se notaban que le salían de lo más profundo.

¿Qué pasó con el techo?

Una de las cosas que más ha llamado la atención es la confesión que hizo sobre el estado del lugar. El Jet Set, que era un símbolo del entretenimiento en Santo Domingo, nunca recibió una inspección estructural formal. Sí, como lo lees. Antonio explicó que las reparaciones que se hacían eran más bien "parchos" de yeso para tapar las filtraciones que aparecían cada tanto.

Pero hay más: encima del techo, además de los años de historia y música, también reposaban pesadas unidades de aire acondicionado y tanques de agua. Toda esa carga extra, según él mismo dijo, pudo haber sido la gota que derramó el vaso y terminó provocando el colapso.

El dolor detrás del empresario

No hay duda de que Antonio Espaillat, más allá del traje de empresario exitoso, es también un ser humano que está viviendo su propio duelo. No trató de lavarse las manos ni de echar culpas. Reconoció los errores, aceptó su parte y se mostró afectado, como cualquier persona que siente que, de alguna manera, falló.

"Nunca pensé que algo así pudiera pasar en un lugar que era casi mi segunda casa. Hoy entiendo que hubo fallas y asumo mi responsabilidad," dijo en la entrevista, con un rostro que hablaba más que mil palabras.

La herida que tardará en sanar

La tragedia del Jet Set dejó una marca en la historia reciente de República Dominicana. No solo por el número de víctimas, sino por el golpe emocional que se sintió en cada esquina del país. Para muchos, era un lugar de alegría, de encuentros, de buenos recuerdos. Y verlo convertido en escenario de tanto dolor es algo que, sinceramente, no se borra fácil.

Antonio prometió colaborar en todo lo que esté en sus manos para apoyar a las familias afectadas. Aunque, como él mismo reconoció, "no hay dinero ni gesto que pueda devolver lo que se perdió esa noche."


En momentos como este, uno recuerda que la vida es frágil, que en un parpadeo todo puede cambiar. Y también que los lugares que amamos, igual que las personas, necesitan cuidado, atención y, sobre todo, responsabilidad.

Desde aquí, enviamos fuerza a todas las familias que hoy viven este dolor. Y también, que esta tragedia sirva como un llamado urgente a revisar, cuidar y proteger los espacios donde compartimos tantos momentos de felicidad.

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